Las relaciones internacionales de España han caído en un pozo de irrelevancia bajo el Gobierno de Pedro Sánchez
Internacional30 de enero de 2025
Noticias de Impacto
Las relaciones internacionales de España han caído en un pozo de irrelevancia bajo el Gobierno de Pedro Sánchez. La falta de fiabilidad, su marcado sectarismo ideológico y su continuo desprecio por la realidad geopolítica han provocado que nuestro país no cuente en el concierto internacional.
La Administración Trump, que ya ha establecido contacto con distintos países europeos e incluso con Marruecos, sigue sin mostrar interés alguno en España, constatando su absoluta pérdida de peso a nivel global.
El mejor ejemplo de este ninguneo es que, al igual que ocurrió en su primer mandato, el presidente estadounidense y sus ministros han ignorado a los homólogos españoles tras asumir el poder. Mientras que Pedro Sánchez aísla a España en el escenario internacional: Trump ningunea a Sánchez y deja fuera a España en su primera ronda de contactos europeos.
El secretario de Estado de Trump, Marco Rubio, ha mantenido conversaciones con los ministros de Exteriores de los países bálticos, Polonia, Hungría, Italia, Francia y Alemania. Pero España ni siquiera ha entrado en la agenda de Washington. En cambio, Marruecos sí ha sido contactado, lo que demuestra la preocupante preferencia de EE.UU. por Rabat frente a España.
Una relación deteriorada desde el inicio
La relación entre Trump y Sánchez no ha sido buena desde el primer día. En 2018, tras la moción de censura que llevó a Sánchez a La Moncloa, Trump arremetió contra España en una cumbre de la OTAN en Bruselas, acusándola de ser un «gorrón» en materia de defensa.
En aquella ocasión, Trump increpó a Sánchez con datos en la mano, evidenciando la escasa inversión de nuestro país en seguridad y defensa. El presidente español, en lugar de corregir el rumbo, ha persistido en su política de desarme y ha seguido alineándose con la izquierda globalista en su ataque contra el trumpismo.
El resultado es claro: España no está en la lista de prioridades de EE.UU., ni como aliado estratégico ni como socio económico. La diplomacia de Sánchez ha hecho que se pierdan oportunidades clave mientras otros países consolidan su posición en el tablero global.
El sectarismo ideológico de extrema izquierda por encima de la diplomacia
La política exterior de Pedro Sánchez ha estado marcada por el sectarismo ideológico marxista con claro apoyo a las dictaduras comunistas iberoamericanas y el desprecio a la realidad estratégica. Su afán por liderar una cruzada izquierdista contra lo que representa Occidente lo ha llevado a buscar el choque con EE.UU. en lugar de tender puentes. Esta estrategia errónea ha dejado a España fuera de las decisiones clave del mundo occidental.
Trump, que ha privilegiado alianzas con líderes afines como Viktor Orbán en Hungría o Giorgia Meloni en Italia, no ve en España un socio de confianza.
La sombra de Marruecos
El desinterés de Washington por España contrasta con su atención a Marruecos, un aliado cada vez más influyente en la región.
La buena relación de Trump con Mohamed VI ya tuvo consecuencias en el pasado, como el reconocimiento de la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental. Ahora, con la Administración Trump reforzando lazos con Rabat, España corre el riesgo de quedar aún más marginada en el Magreb y en la escena internacional.
Y sobre todo, este apoyo de EEUU es vital para que Marruecos se decida a invadir e intentar anexionarse Ceuta, Melilla y las Islas Canarias.
El balance de la política exterior de Pedro Sánchez es desastroso. Su extremismo ideológico, su falta de credibilidad y su nula capacidad diplomática han hecho que España sea ignorada por las grandes potencias. Mientras otros países fortalecen sus alianzas y ganan peso en la escena internacional, España se hunde en la irrelevancia.
La Administración Trump ha dejado claro que España no es una prioridad, y la razón es evidente: con Sánchez al frente, nuestro país no es fiable. Sin un cambio de rumbo, España seguirá siendo ninguneada en el tablero mundial, pagando el precio de la incompetencia de su Gobierno.
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